lunes, 17 de julio de 2017

Geralt de Rivia: Una historia de fantasía realista y bella




Alex Velarde

Todos los lectores aficionados al género fantástico, en mayor o menor medida, deben disfrutar de la maravillosa saga de libros Geralt de Rivia, también conocida como La Saga del Brujo, escrita por el autor polaco Andrzej Sapkowski, que inspiró la serie de videojuegos The Witcher y en breves verá la luz en la pequeña pantalla de la mano de Netflix. Se trata de una de las obras de fantasía más populares junto a El señor de los anillos, Canción de hielo y fuego y Crónica del asesino de reyes, entre muchas otras.

La historia está ambientada en una tierra similar a Polonia en la Edad Media, donde habitan seres de la mitología nórdica como elfos, enanos y dragones junto a vampiros, hombres lobos, lamias y otras criaturas pertenecientes al folclore eslavo menos conocidas como kikimoras o abejorras. El protagonista es Geralt de Rivia (cuyo nombre da título a la saga), un brujo que se dedica a cazar monstruos a cambio de dinero, labor en la que emplea sus propios códigos éticos, siendo contratado por reyes, nobles y ricachones en su mayoría. Geralt recibió entrenamiento en el manejo de la espada y la brujería desde que era muy pequeño por otros de su gremio, quienes lo criaron en una torre y le hicieron experimentar una mutación que le limita el desarrollo de sentimientos como el amor o el afecto para estar más centrado en sus tareas y compromisos.

Los dos primeros libros, El último deseo y La espada del destino, son varios relatos protagonizados por Geralt, algunos de estos están basados en cuentos populares clásicos como La bella y la bestia, Blancanieves y los siete enanitos, El genio de la botella o La sirenita, pero con un tono cruel y a veces descaradamente realista. Cada uno de estos relatos narra un desafío distinto de Geralt y se va introduciendo a personajes importantes para su futuro, como su amigo Jaskier, un talentoso trovador conocido por su vicio a la bebida, al sexo y a meterse en líos; la hechicera Yennefer de Vengerberg, con la que mantendrá romances esporádicos; y también con la princesa Cirilla ‘Ciri’ de Cintra, una joven cuyo destino se unió al de Geralt desde incluso antes de su nacimiento, convirtiéndose en la coprotagonista de los siguientes libros.



Desde La sangre de los elfos hasta La dama del lago es realmente donde se desarrolla la saga, en un escenario donde los reinos del norte están siendo invadidos por el poderoso imperio de Nilfgaard y Ciri debe huir, ya que debido a su sangre antigua y poderosa quiere tomarla en matrimonio el emperador Emhyr Var Emreis (esta parte de la trama al final resulta ser más complicada, ya que hay una sorpresa que no se puede desvelar porque sería spoiler). Geralt la convertirá en su protegida e intentará a toda costa que no sea encontrada y capturada, pero una serie de eventos harán que sus caminos se separen y ella tenga que aprender a ser autosuficiente si quiere sobrevivir.


Mientras tanto, Geralt hará lo posible por volver a encontrar a Ciri, para ello contará con la ayuda de su amigo Jaskier y también de Milva, una arquera de élite algo paleta; de Regis, un vampiro de millones de años que no bebe sangre; y de Cahir, un soldado nilfgaardiano que niega ser de Nilfgaard. Tanto Geralt como Ciri también se encontrarán con otros personajes menos agradables como el ambicioso hechicero Vilgefortz de Roggeveen, que podría definirse como el "villano" de la saga, o el sádico y sanguinario cazarrecompensas Leo Bonhart, quien recibirá la misión de capturar a Ciri.

¿Por qué recomiendo esta saga? Porque se trata de una historia emocionante y oscura, con unos personajes que sufren un gran desarrollo y cuyo estilo narrativo oscila entre la poesía del maestro Tolkien (aunque en menor medida) y la profundidad psicológica y el realismo de George R.R. Martin, teniendo en cuenta que estos libros son más antiguos que la saga de Canción de Hielo y Fuego. Si lo que uno desea es encontrarse con una historia ambientada en un mundo de fantasía donde todo es blanco contra negro y todos acaban felices y cantando, esta no es su saga, si por el contrario uno quiere encontrarse con algo más complejo que no sigue los “protocolos” de la literatura fantástica reflejados en libros como los de Drangonlance o Eragon, con un final inesperado y algo 'agridulce', ya está tardando en ir a la librería o biblioteca para devorar esta colección.

lunes, 10 de julio de 2017

Rogue One: Un condimento ¿necesario? de Star Wars





Alex Velarde

La saga creada por George Lucas ya experimentó su despertar en diciembre de 2015 con el estreno del Episodio VII, de la mano de J.J. Abrams y con el sello de Disney. Esta compañía ahora tiene la necesidad de explotar este lujoso producto que ha llegado a sus manos (como si no tuviera bastante con Marvel y sus clásicos en imágenes reales) y lo hace con una serie de spin-offs o condimentos de la saga que “llenan” el vacío de espera entre cada película de la nueva trilogía.

El producto lanzado en 2016 es Rogue One: Una historia de Star Wars, dirigida por Gareth Edwards, cuyo argumento se sitúa justo antes del primer filme en orden de publicación y cuarto cronológicamente, subtitulado tras las reediciones como Una nueva esperanza. Si la película mencionada comenzó con la princesa Leia entregando los planos de la Estrella de la Muerte a los droides R2D2 y C3PO para que los llevaran en secreto a Obi-Wan Kenobi, muchos espectadores debieron preguntarse: ¿Cómo consiguieron esos planos los rebeldes? ¿Se los proporcionó algún imperial traidor? ¿Los encontró un hacker? ¿Llegaron por un error de envío? Si lo último es cierto, el Imperio debería plantearse ofrecer cursos gratis de manejo de correo electrónico…

La respuesta no la habrían adivinado los fans de 1977, pero tampoco que Darth Vader fue el creador de C3PO, que Yoda y Chewbacca se conocieran ni que Boba Fett compartiera rostro con parte de los soldados imperiales. Y es que los héroes responsables del posterior éxito de Luke y compañía son: la hija de uno de los diseñadores de la estación letal, un capitán de la Rebelión con aires latinos, un droide verdugo y humorista, un piloto desertor de raíces árabes, un asesino a sueldo asiático y un ciego (también asiático) experto en esgrima, como el maestro Stick de Daredevil y el monje guerrero Cien Ojos de la serie Marco Polo.

La diversidad racial fue notable esta cinta (y se debe aplaudir), aun así es difícil conectar con los personajes, ya que carecen de suficiente profundidad. A pesar de todo la protagonista, Jyn Erso, es más creíble que Rey (personaje principal de El despertar de la fuerza), al no mostrar habilidades excesivamente extraordinarias sin motivo y manteniendo el atributo de “mujer fuerte e independiente” en su justa medida.

Respecto a la trama, es un poco lenta al principio, presentándose infinidad de personajes, situaciones y planetas sin que de tiempo a asimilarlo, pero luego va cogiendo fuerza. Nadie viendo Star Wars hace años podía haber imaginado que poco antes de su comienzo hubo otra historia digna de contar, y aquí se demuestra lo contrario.

Guy Henry interpretó al Gobernador Tarkin en Rogue One.  

Jimmy Smits volvió a ponerse en la piel de Bail Organa en Rogue One.

La cinta aporta muchas referencias para los fans acérrimos de la saga, respetando muy bien el material original, haciendo justicia a personajes como el Gobernador Tarkin, conectando la trilogía original con las precuelas mediante la aparición de Bail Organa, también con Clone Wars a través del personaje de Saw Gerrera, introduciendo información extra como la composición de los sables láser y situando al mítico villano Darth Vader en el castillo tenebroso que nunca llegó a aparecer en El Imperio Contraataca. Como dato negativo a añadir, la voz actual de Darth Vader en español no es tan imponente y llamativa como lo fue en la trilogía original, echando en falta a Constantino Romero, que en paz descanse.

En definitiva, es una película que ofrece elementos interesantes sin cometer ningún error en el argumento de la saga y enriqueciéndolo, pero que no posee la emoción de las anteriores y tampoco es de indispensable visualización para conocer el universo Star Wars, aunque a pesar de todo es totalmente disfrutable.

miércoles, 5 de julio de 2017

"Animales" fantásticos y dónde encontrarlos (o recuperarlos)



Alex Velarde

Había pasado ya mucho tiempo (en realidad solo cinco años) desde que la saga Harry Potter se despidió de sus fans con la última cinta, basada en la segunda parte del último libro, Las reliquias de la muerte: Parte 2, y ahora J.K. Rowling, con ayuda de su último “adaptador” David Yates, ofrece al público Animales fantásticos y dónde encontrarlos, un nuevo producto que esta vez es exclusivamente audiovisual aunque parte de una guía escrita con el mismo título, y cuyo argumento se sitúa en el mismo mundo mágico con el que muchos niños crecieron, pero en esta ocasión hay una gran diferencia, y es que está ambientado en el Nueva York de la década de 1920 en vez de en la Inglaterra de los años 90.


¿Quién es el personaje que protagoniza esta nueva aventura? Pues se trata de Newt Scamander, interpretado por un Eddie Redmayne en plena popularidad, un experto en criaturas mágicas (de todo tipo, no sólo animales, de ahí el título del artículo) con un proyecto pendiente que viaja al otro lado del “charco” para llevar a cabo una tarea relacionada con su propio campo. ¿Cuál es el contexto de esta historia? Pues una sociedad que se encuentra alterada debido a que un mago tenebroso llamado Grindelwald anda suelto y las élites no pueden pegar ojo. ¿En qué repercute todo esto en el personaje? De primeras en nada, ya que Newt no tiene ninguna razón de peso para que Grindelwald quiera matarlo, no existe esa dualidad que se contempló en el conflicto Harry Potter/Lord Voldemort, esta historia solo consiste en una persona común que quiere realizar un trabajo y, para ello, ha viajado a un lugar desconocido con unas leyes y un modo de vida diferentes, en un momento de leve tensión y donde una serie de circunstancias y coincidencias harán que todo se vaya relacionando.


¿Es bueno o malo todo esto? Eso ya depende mucho de las expectativas y preferencias de cada persona. Lo que sí se puede valorar positivamente es que no se ha repetido el esquema de “héroe que lucha contra el mal” y se pasa a una historia donde el único objetivo es sobrevivir y salir ileso de una apretada situación, aunque todo eso acabe de una forma que el propio protagonista no puede llegar a imaginar (pero que el espectador puede deducir desde el primer momento). Aquí un joven extranjero tiene que recuperar a sus mascotas perdidas en una ciudad que no conoce mientras sucede una oscura conspiración en paralelo, y al final del filme se cruzan las dos tramas, haciendo que el protagonista deje de ser una figura trivial en un mundo tan grande. ¿Esto último puede ser un enlace para las próximas películas pendientes? No, la cinta es autoconclusiva de por sí y no deja necesidad de ver más, aunque la intención de Rowling es otra, ya que hay varias películas programadas.


En definitiva, los puntos fuertes son los escenarios bien logrados, la buena utilización de música de ambiente y época, la carencia de “efecto nostalgia” durante el desarrollo de la trama (un problema que estuvo presente en la trilogía de El Hobbit de Peter Jackson y Star Wars: El despertar de la fuerza) y la oportunidad de contemplar elementos distintos, tales como la cúpula mágica norteamericana, una caza de brujas contemporánea en el mundo mágico o simplezas como los elfos domésticos gángsters (uno de ellos es Ron Perlman, Clay Morrow en Sons of anarchy). Otro detalle positivo es la inclusión del primer muggle o nomaj (persona no mágica) con el que el público puede llegar a simpatizar, olvidando a los odiosos tíos de Harry. Como puntos negativos se podría señalar la simpleza de algunas subtramas, como el forzado amorío entre Newt y Tina Goldstein o la necesidad de colocar a caras extremadamente conocidas para decorar la cinta, como es el caso de Colin Farrell o Johnny Depp. Otro dato interesante a añadir es la ausencia de niños en la historia, mostrándose que es una película dirigida a toda la generación de los que fueron fans en los inicios de Harry Potter y que en la fecha actual se han convertido en adultos.